Poema inédito para este blog. Dedicado a un bisabuelo que nunca conocí.
Te dejaría mis branquias para que
respiraras,
y poder conocerte tal como eras,
sin imaginarte en base a tantas
historias,
que me contaron cuando me crecían
los dientes.
Te dejaría un trozo de mi vida,
para que me enseñaras a descubrir
con tu bastón de cobre
los caminos del agua en el
interior de la tierra.
A sanar los barcos enfermos
que atracaban en la caseta
ribereña.
Descubrir tus enfados
escandalosos y tu corazón dulce
como las tartas que se calentaban
en la cocina de leña.
Sintonizar aquella radio negra de posguerra,
escondida entre las sombras de un
tiempo que tu viviste,
y que olvidaste día a día.
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